Creperia Flash

Tipo de comida: Mediterránea
Precio medio aproximado por persona: 12’50 €
Ubicación : C/ Alcalde Porqueres, 5.
Teléfono: 973 22 18 40

Aunque ya habíamos visitado la Creperia Flash en verano y no nos gustó mucho, las opiniones favorables de algunos de nuestros conocidos nos han convencido para hacer una segunda visita. La Crepería sirve sus platos en un local precioso, tanto el interior como la terraza (que, por cierto, actualmente se encuentra en reformas), y ofrece menús por precios asequibles: 12’50 al mediodía y 16 € las noches de lunes a jueves, con una gran variedad (más de 10 primeros y segundos) de platos para elegir, además de menús para grupos o la opción de comer a la carta.

Nuestra opinión se centra en uno de sus menús diarios: es de agradecer que  impriman el menú y lo cuelguen en una pizarra que está al lado de la puerta de entrada, para poder decidir si te hace o no el peso antes de entrar al restaurante. Para que veáis la diversidad de platos que se pueden escoger, aquí tenéis una foto del menú del 24/04/14 a modo de ejemplo. Como veis, nunca falta un plato de pasta, alguna ensalada, legumbres, carnes y pescados en los segundos y, cómo no, alguna que otra crepe.

Nosotros nos decantamos por la Crepe de carne picante y cebolla confitada y los Noodles con verduritas, gambas y salsa de soja. Como pasa en la mayoría de restaurantes que ofrecen algo “picante”, ese sabor es casi imperceptible para sus verdaderos amantes (es decir, la carne apenas pica). Aun así, el sabor era muy bueno y los ingredientes de la crepe venían cubiertos por una fina capa de queso granitado que la hacía exquisita.

Crepe de carne picante y cebolla confitada

Los noodles también estaban bastante acertados: las gambas eran buenas y estaban al punto (en algún otro restaurante las hemos encontrado poco hechas o demasiado saladas) y la salsa de soja le daba el toque oriental que esperábamos.

Noodles con verduritas, gambas y salsa de soja

Para el segundo plato, elegimos Secreto ibérico a la plancha y Pechugas de Pollo al Roquefort. Ambos platos iban acompañados de unas deliciosas patatas fritas caseras. Las carnes eran buenas y las raciones eran más que correctas. Sin embargo, la salsa de roquefort que acompañaba el pollo era demasiado suave: más que salsa de roquefort, debería llamarse salsa de caserío. Al contrario que con el picante, en el que podemos entender que en la carta ponga picante y luego no pique (ya que son pocos los clientes que desean un sabor verdaderamente explosivo y muchos los que se conforman con un ligero aroma), creemos que quien pide salsa de roquefort como acompañamiento es porque verdaderamente esperaba encontrar el sabor fuerte de ese queso.

Pechuga de pollo al roquefort

 También hay que decir que, aunque las patatas que acompañaban el secreto eran muy buenas, quizá encontramos a faltar alguna salsa con la que poder acompañarlas.

Secreto ibérico a la plancha

Para el postre, los dos comensales escogimos lo mismo: tarta Sacher. Estamos habituados a una tarta casera que hace un familiar y, como era de esperar, la que sirvieron en la crepería estaba muy por debajo. El sabor de las mermeladas tapaba el paladar del bizcocho de chocolate, de manera que se pierde la verdadera esencia de ese tipo de pastel.

Tarta Sacher

Conclusión

Aunque no quedamos del todo contentos con los platos que escogimos, hay que decir que la calidad de la comida era muy buena y que, en todo caso, la insatisfacción es por mera cuestión de gusto personal. Así, recomendamos la Crepería Flash, tanto por la comida como por el servicio, bastante rápido a pesar de estar el local abarrotado.

La próxima vez esperamos acertar más en los segundos y los postres, y quedar tan satisfechos con ellos como con los primeros.